Capítulo 4

Capítulo 4

-Sentimientos Inexplicables


Salí un rato a caminar por el parque a tomar aire puro  Justo lo que necesitaba, —dice mi subconsciente con una sonrisa de oreja a oreja.—

Cuando llegue subí a uno de los columpios y empecé a mecerme con suavidad, la brisa rozaba mi cara así que cerré los ojos trasladándome a otro mundo.

-No estás muy grande para montar columpio? —dijo —una voz masculina detrás de mi, haciendo que abriera los ojos de repente.

-No estas muy grande para acosar chicas?— dije — girando la cabeza para mirar a Derek, que parecía arquear una de sus cejas en forma divertida.

-Acosador yo? —Dice — Derek señalando su pecho  con una fingida voz de ofendido.

-Sí, tú —digo —mirándolo con ojos acusadores.

Derek se mordió el labio inferior tratando de ahogar la carcajada que amenazaba con salir, pero su intento fue en vano estallando en una risa contagiosa y arrastrándome con él.

-Derek se sentó en el columpio que estaba a mi lado, mientras observaba el panorama que había delante.

- Quieres un helado?

-Si, —dije —sin dudar.

Fuimos a comprar los helados y escogí uno de chocolate con mermelada de fresa, mientras que Derek solo tomo uno de vainilla.

- Con que fanática del chocolate he!! —Dijo —Derek con voz divertida.

-Tienes algún problema con eso? -—respondí —de forma interrogativa.

-No, ninguna chica choco latosa.

-De acuerdo chico acosador

-Después de habernos comido el helado, Derek se ofreció a llevarme a casa, al principio me negué, pero al mirar que ya era tarde no me pude seguir resistiendo.

En el transcurro del camino Derek y yo íbamos hablando de nuestros tipos de gustos y me di cuenta que para yo ser tan extraña y el tan común los dos teníamos los mismos gustos, luego empezaron a surgir miles de preguntas en mi cabeza ¿Será este el chico indicado? ¿Me estará gustando? decía mi subconsciente.

- ¿Qué tanto piensa? Señorita Windsor?— preguntó— Derek sacándome de mis pensamientos.

Mis mejillas tomaron un rubor rojo al darme cuenta que Derek me miraba fijamente, con esos ojos azules como el cielo que hacían perder a cualquier chica solo con mirarlos.

-En nada,— respondí —sonrojándome más por lo que estaba pensando.

Cuando llegamos a mi casa Derek se despidió plantándome un beso en la mejilla, haciendo que mi corazón se acelerara con rapidez.

-Te pasare a recoger mañana para irnos juntos a la escuela —dijo— Derek.

Mis ojos se abrieron como platos al instante

-¿Qué? dije tratando de procesar la información.

Derek me miro con cara divertida y luego hizo un gesto de despedida con su mano

-Espero que estés lista cuando te pase a recoger— dijo —Derek, dando por terminada la conversación y finalmente marchándose.

Entre a la casa agradecida de que mis padres no estuvieran y subí con urgencia a mi habitación, mi cara parecía como la de si hubiera visto un fantasma ,mi subconsciente estaba con la boca abierta preguntándose ¿enserio el chico más guapo de la escuela pasara a recogerme mañana?.

-No, pude pegar un ojo en toda la noche, ansiosa de que amaneciera ¿Qué esta pasando conmigo? preguntaba una voz en mi cabeza.

Como siempre sonó la alarma a las 7:00 am está vez no se me hizo difícil levantarme ya que no había dormido nada en toda la noche, me duche abrí mi armario y me puse lo primero que vi, unos vaqueros negros una blusa transparente azul marina, mis tenis converse, me hice una coleta en el pelo y baje a comer algo antes de macharme.

- Hola hija,  -dijo -mi madre detrás de mi sonriéndome como cada mañana.

- Hola, -le dije -haciendo un gesto de saludo con la mano.

El timbre empezó a sonar y mi madre abrió la puerta enseguida, mis ojos se abrieron como platos y en mis labios se formo una O cuando vi a Derek enfrente de mi.

- hija te buscan -dice -mi madre arqueando una de sus cejas pícaramente.

-Hola Briana Buenos días-dice- Derek con una sonrisa que hacían notar sus hermosos hoyuelos.

-¿no piensas presentarme al guapetón de tu amigo?- dice - mi madre haciendo que mis mejillas se ruborizaran.

La fulmine con la mirada, mientras que Derek se mordía el labio inferior tratando de ahogar la risa que amenazaba con salir.

-Madre no tienes que trabajar?- le dije- poniendo mala cara.

Miro el reloj de reojo y maldijo por lo bajo.

-Adiós hija, adiós guapetón -le dijo mi madre a Derek guiñándole el ojo pícaramente.

Este le sonrió amablemente haciendo un gesto de despedida con la mano.

-Adiós madre- le dije- dándole un cálido beso en su mejilla y susurrándole al oído - se llama Derek no guapetón.

Mi madre me sonrió y puso unos ojos diciendo ya lo sabía, luego se
marcho dejándome a solas con Derek quien me esperaba para irnos juntos a la escuela.

-Vayámonos- dije —sin mirarlo a la cara y tomando mis cosas para marcharnos.

En el transcurso del camino fue todo silencioso, ¿no puede ser más loco este día? preguntaba en mi cabeza y era como si me hubieran respondido detrás de nosotros venia Oliver que no dejaba de gritar mi nombre.

-Briana- dijo— Oliver frunciendo el ceño.

- Hola Oliver- dije— tratando de parecer inocente.

Este me miro con mala cara, mientras respiraba forzadamente.

-Parecía un atleta corriendo detrás de ti- dijo -Oliver con mero enfado.

Trate de ahogar la risa que amenazaba con salir por su comentario tan exagerado como siempre.

-Lo siento- dije —con cara de suplica.

Oliver hizo un gesto de ya te perdono mirando a Derek de reojo quien observaba la acción detrás de nosotros.

-¿No me digas que ese es tu novio?- dice -Oliver con voz curiosa mientras movía las cejas de forma picara.

Mi cara se puso más roja que un tomate al escuchar la pregunta que me hizo mi mejor amigo y en ese momento solo quería que la tierra me tragara.

- No somos novios- dijo -Derek negando con la cabeza-

En ese momento suspire de alivio ya que me había quedado sin palabras, pero por alguna razón me sentía triste, el ambiente se torno un poco tenso y más silencioso de lo habitual.

—Oliver noto mi incomodidad y hizo unos de sus chistes que hacían reír a cualquiera aunque no quisieran.

El día transcurrió en un abrir y cerrar de ojos la escuela estaba como siempre no había nada interesante Derek y Oliver se habían llevado de las mil maravillas, a pesar de que no se conocían del todo bien se veían como los mejores amigos, mientras que yo sentía la extraña sensación que algo en mi estaba cambiando aun no sabía que era pero podía percibirlo.